¿Trinidad
Humana?
“Entonces
Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento
de vida, y fue el hombre un ser viviente”. Génesis 2:7
El contenido de este artículo es
subjetivo, aunque existen bases bíblicas para sustentar sus argumentos de
acuerdo a una interpretación general de los mismos.
Desde hace mucho tiempo se ha
generado un fuerte debate en cuanto a la naturaleza divina, de si Dios es uno,
si es tres o si es tres en uno. No nos proponemos debatir sobre este tema, sino
sobre uno relacionado con él y que se le deriva: la naturaleza humana.
Desde diferentes religiones, sectas
y doctrinas se cree que el ser humano está formado a la semejanza de su creador
(Gn.1:27)
en el sentido de la Trinidad Divina, pues suponen que el hombre está
formado por un cuerpo material, un alma inmortal y un espíritu divino. Ahora bien,
veamos que tan bien se sostiene esta creencia.
De acuerdo a la cita bíblica que se
cita al principio de este artículo, vemos que Dios creó el hombre a base de dos
elementos: polvo para su cuerpo y un soplo de aliento de vida. ¿De dónde, pues,
surge el tercer elemento que citan algunos como componente del hombre? Veamos:
El hombre está compuesto sólo de un cuerpo y
un espíritu (Gn. 2:7)
Al crear el cuerpo del hombre a
partir del polvo, el creador insufló en él aliento de vida, un soplo divino que
convirtió en un ser animado aquel cuerpo inerte hecho de barro, una porción del
Espíritu Divino (Ecl. 12:7). De esa mezcla de cuerpo y espíritu surge lo que se
conoce como alma. Ahora, veamos la base etimológica de estas tres palabras y
podremos ver su verdadero significado.
Cuerpo:
proviene del latín corpus para referirse a un ente material, visible y táctil.
Es decir, toda materia física y sensible a los sentidos es un cuerpo.
Espíritu: esta palabra
proviene del latín spiritus, que a su vez proviene del verbo spirare
el cual se refiere a soplar. De esta
misma raíz provienen los verbos espirar, inspirar, respirar, etc.
Alma:
Proviene del latín animus que significa vida,
animación. Tiene su raíz en el verbo animare, que es dar vida. Se
refiere al hecho de estar vivo y animado, de ahí que exánime signifique sin vida.
Por lo que vemos anteriormente, no
existen tres elementos independientes en el ser humano, sino que la unión entre
el cuerpo (inanimado) y el espíritu (inmaterial) produce el alma (animada y
material), por lo que la muerte significa la separación del cuerpo y el
espíritu, y por tanto, la destrucción del alma.
Según registra la Santa Biblia, el
resultado del pecado en el hombre es la muerte (Rom. 6:23), pero no
registra que sea el cuerpo o el espíritu lo que morirá, sino el alma (Ez.
18:4). En otras parte registra la Biblia que cuando una persona muere
su alma “parte”, lo cual es cierto en el sentido de que cuando se separan el
cuerpo y el espíritu, lo que hacía a esa persona un alma, un ser vivo, parte y
no vuelve jamás.
Llegados a este punto, y para no
abundar demasiado, nos surge una pregunta: ¿De dónde surge la idea de la
trinidad del hombre? Pues esta idea tiene su base bíblica en esta cita, entre
otras, del mismo Señor Jesús: Respondiendo él, dijo: “AMARAS AL SEÑOR TU DIOS CON TODO TU
CORAZON, Y CON TODA TU ALMA, Y CON TODA TU FUERZA, Y CON TODA TU MENTE; Y A TU
PROJIMO COMO A TI MISMO” (Lc. 10:27).
Sin embargo, la verdadera razón de
donde surge esta creencia está en la idea de un ser perverso, engañador e
imitador de lo bueno para distorsionar su significado: Satanás. Este ser no
sólo intenta crear esa creencia acerca del ser humano, sino que intenta imitar
la trinidad de Dios mediante sus mensajeros y servidores: “Y el diablo que los
engañaba fue arrojado al lago de fuego y azufre, donde también están la
bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche
por los siglos de los siglos”. (Ap. 20:10)
Como vemos, el diablo también intenta
mantener una trinidad con el fin de distorsionar los propósitos divinos del
Creador.
En conclusión, el hombre sólo tiene
un cuerpo, que al morir se volverá polvo, y un espíritu que retornará a Dios,
para esperar el juicio final, donde será resucitado el cuerpo y ambos serán
juzgados en forma del “alma” que fue en la Tierra (Ap. 20:12,13).
Dios les
bendiga y aclare su entendimiento.
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