miércoles, 13 de julio de 2016

¿Trinidad Humana?



¿Trinidad Humana?


 
Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente”. Génesis 2:7
El contenido de este artículo es subjetivo, aunque existen bases bíblicas para sustentar sus argumentos de acuerdo a una interpretación general de los mismos.

Desde hace mucho tiempo se ha generado un fuerte debate en cuanto a la naturaleza divina, de si Dios es uno, si es tres o si es tres en uno. No nos proponemos debatir sobre este tema, sino sobre uno relacionado con él y que se le deriva: la naturaleza humana.

Desde diferentes religiones, sectas y doctrinas se cree que el ser humano está formado a la semejanza de su creador (Gn.1:27) en el sentido de la Trinidad Divina, pues suponen que el hombre está formado por un cuerpo material, un alma inmortal y un espíritu divino. Ahora bien, veamos que tan bien se sostiene esta creencia.

De acuerdo a la cita bíblica que se cita al principio de este artículo, vemos que Dios creó el hombre a base de dos elementos: polvo para su cuerpo y un soplo de aliento de vida. ¿De dónde, pues, surge el tercer elemento que citan algunos como componente del hombre? Veamos:
El hombre está compuesto sólo de un cuerpo y un espíritu (Gn. 2:7)

Al crear el cuerpo del hombre a partir del polvo, el creador insufló en él aliento de vida, un soplo divino que convirtió en un ser animado aquel cuerpo inerte hecho de barro, una porción del Espíritu Divino (Ecl. 12:7). De esa mezcla de cuerpo y espíritu surge lo que se conoce como alma. Ahora, veamos la base etimológica de estas tres palabras y podremos ver su verdadero significado.

Cuerpo: proviene del latín corpus  para referirse a un ente material, visible y táctil. Es decir, toda materia física y sensible a los sentidos es un cuerpo.

Espíritu: esta palabra proviene del latín spiritus, que a su vez proviene del verbo spirare el cual se refiere a soplar. De esta misma raíz provienen los verbos  espirar, inspirar, respirar, etc.

Alma: Proviene del latín animus que significa vida, animación. Tiene su raíz en el verbo animare, que es dar vida. Se refiere al hecho de estar vivo y animado, de ahí que exánime signifique sin vida.

Por lo que vemos anteriormente, no existen tres elementos independientes en el ser humano, sino que la unión entre el cuerpo (inanimado) y el espíritu (inmaterial) produce el alma (animada y material), por lo que la muerte significa la separación del cuerpo y el espíritu, y por tanto, la destrucción del alma.

Según registra la Santa Biblia, el resultado del pecado en el hombre es la muerte (Rom. 6:23), pero no registra que sea el cuerpo o el espíritu lo que morirá, sino el alma (Ez. 18:4). En otras parte registra la Biblia que cuando una persona muere su alma “parte”, lo cual es cierto en el sentido de que cuando se separan el cuerpo y el espíritu, lo que hacía a esa persona un alma, un ser vivo, parte y no vuelve jamás.

Llegados a este punto, y para no abundar demasiado, nos surge una pregunta: ¿De dónde surge la idea de la trinidad del hombre? Pues esta idea tiene su base bíblica en esta cita, entre otras, del mismo Señor Jesús: Respondiendo él, dijo: “AMARAS AL SEÑOR TU DIOS CON TODO TU CORAZON, Y CON TODA TU ALMA, Y CON TODA TU FUERZA, Y CON TODA TU MENTE; Y A TU PROJIMO COMO A TI MISMO” (Lc. 10:27).

Sin embargo, la verdadera razón de donde surge esta creencia está en la idea de un ser perverso, engañador e imitador de lo bueno para distorsionar su significado: Satanás. Este ser no sólo intenta crear esa creencia acerca del ser humano, sino que intenta imitar la trinidad de Dios mediante sus mensajeros y servidores: “Y el diablo que los engañaba fue arrojado al lago de fuego y azufre, donde también están la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos”. (Ap. 20:10)

Como vemos, el diablo también intenta mantener una trinidad con el fin de distorsionar los propósitos divinos del Creador.

En conclusión, el hombre sólo tiene un cuerpo, que al morir se volverá polvo, y un espíritu que retornará a Dios, para esperar el juicio final, donde será resucitado el cuerpo y ambos serán juzgados en forma del “alma”  que fue en la Tierra (Ap. 20:12,13).
Dios les bendiga y aclare su entendimiento.

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